viernes, 21 de julio de 2017

EL TAPIZ DEL VAMPIRO


El doctor Weyland es el profesor más respetado de una pequeña universidad de Nueva Inglaterra. Alto, maduro, de pelo acerado, sus modales anticuados cautivan a los estudiantes, y un magnetismo especial rodea todos sus actos. Sin embargo, Weyland es un nombre falso, sus credenciales académicas son inventadas, y tras la fachada del erudito absorto en su trabajo se oculta el mayor depredador que el mundo ha conocido, uno cuya presa son los seres humanos.

A través de los siglos, el vampiro ha sobrevivido mimetizándose en la sociedad humana. Ahora es profesor de antropología, lo que resulta irónico dadas sus costumbres alimenticias… Pero Weyland no es el monstruo que cae víctima de sus sentimientos humanos. Es el monstruo que perdura. Y hará todo cuanto esté en su mano para protegerse a sí mismo y su modo de vida.

 Sin embargo, su engaño está a punto de ser descubierto y se verá obligado a emprender un terrible viaje a través de una serie de escenarios para poder ocultarse de nuevo y encontrar nuevas facetas para comprenderse a sí mismo y las emociones que necesita interponer entre él y sus víctimas.

En realidad, el libro se compone de cinco novelas cortas, siendo el personaje de Weyland su nexo de unión. Su nucleo original es la tercera parte, el relato El Tapiz del Unicornio, ganador del Premio Nebula 1980 a la mejor novela corta. Maravillosa también, la cuarta, Interludio Musical, centrada en la visita a la opera donde se interpreta “Tosca” de Puccinni, cuando el vampiro finalmente entra en contacto con su "yo" primitivo y tiene fugaces recuerdos de sus vidas pasadas, cuando siente la emoción de la cacería, la sed de sangre, la confusión de sus sentidos.

Suzy McKee Charnas nos da una visión nueva de la figura del vampiro, desde una perspectiva científica, que el propio Weyland describe en una conferencia teorizando cómo sería un vampiro real: un depredador superespecializado que debe hacerse pasar por humano para evitar ser descubierto por su presa, abundante y a la vez peligrosa.

Hay que señalar que rehuye ese sentimentalismo que encontramos en muchos libros de vampiros juveniles, tipo Crepúsculo o los vampiros de Anne Rice, sino que nos encontramos con un vampiro distinto de los habituales, que no sabe si hay más como él y no recuerda su pasado

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