miércoles, 22 de febrero de 2017

DESAFÍO QUE LA CUARESMA HIZO A DON CARNAL


Acercándose viene un tiempo de Dios, santo;
fuime para mi tierra a descansar un cuanto,
de entonces a ocho días era Cuaresma, tanto
que puso por él mundo gran miedo y gran espanto.

Estando yo en la mesa con don Jueves Lardero,
entregóme dos cartas un rápido trotero;
diré lo que decían, mas no lo haré ligero
pues las cartas, leídas, devolví al mensajero.

De mí, Santa Cuaresma, sierva del Criador
y por Dios enviada a todo pecador,
a todos arciprestes y curas sin amor
salud en Jesucristo, hasta Pascua Mayor.

Sabed que me dijeron que, hace cerca de un año,
se muestra don Carnal muy sañudo y huraño,
devastando mis tierras, haciendo muy gran daño,
vertiendo mucha sangre; con disgusto me extraño.

Y por esta razón, en virtud de obediencia,
os mando firmemente, so pena de sentencia,
que por mí, por mi Ayuno y por mi Penitencia,
vos le desafiéis con mi carta de creencia.

Decidle sin rodeos que de hoy en siete días,
la mi persona misma, con las mis compañías,
iremos a luchar con él y sus porfías;
temo no se detenga en sus carnicerías.

Devolved al trotero la carta ya leída;
que la muestre a la gente, no la lleve escondida;
que no digan después que no fue conocida.
Fechada en Castro Urdiales y en Burgos recibida.

Juan Ruiz, Libro de Buen Amor

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