lunes, 27 de abril de 2015

EL DECLIVE DE LA LECTURA Y SUS CAUSAS

Fragmento del artículo on line de Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 24-03-2015

El mercado editorial español ha vuelto a tener un comportamiento negativo en 2014. Las ventas realizadas por las librerías independientes asociadas a CEGAL ─que representan el 45% del total de los libros vendidos en España─ han bajado un 40% desde que empezó la crisis en el año 2008. El futuro de la primera industria cultural del país es incierto y muchas empresas están en riesgo de extinción. Cada día se cierran 2 librerías, sobre todo, las más pequeñas, ya que las grandes tienen más recursos para sobrevivir; las que sobreviven lo consiguen porque se aprietan el cinturón… o hasta que a su propietario le llegue la hora de jubilarse.

Este fenómeno no afecta solamente a España, sino a la mayoría de los países llamados “ricos”. Por el contrario, en los países emergentes, el mercado del libro aumenta año tras año, al surgir una clase media con más recursos económicos que demanda libros para la educación y para el entretenimiento.

Se culpa a la crisis económica, se culpa a las nuevas tecnologías, se culpa a la competencia del libro digital ─que sólo representa el 3,7% de las ventas totales─, se culpa a la piratería. Es verdad que cerca del 90% del consumo cultural “online” en España es ilegal, pero su impacto en el mundo del libro es mucho más bajo.

Las verdaderas causas de esta caída son otras:

En primer lugar, la industria editorial menospreció la irrupción de Amazon y el resto de tiendas digitales, por lo que reaccionó mal y tarde ante un modelo que reducía los costes de intermediación y ofrecía un servicio de entrega rápido y eficaz. Y en lugar de apoyar a su aliado tradicional ─el librero de toda la vida─, lo que ha hecho es abandonarlo, para aliarse con las grandes cadenas de distribución o lanzarse a la captura del lector y venderle el libro directamente. ¿Es posible aún regenerar ese tejido de librerías o estamos ya abocados a vivir en ciudades sin ellas?

En segundo lugar, la industria editorial nunca se ha preocupado de educar al ciudadano español en la práctica de la lectura. Ha pensado más en vender libros que en crear lectores. En las últimas décadas, nadie se ha acordado de formar a las nuevas generaciones en el valor de la cultura, del saber como instrumento para buscar la verdad… y encontrar la libertad. Nadie se ha interesado en inyectar a los jóvenes el hábito de leer, de inculcarles ese respeto a los libros ─incluso veneración─ que yo he percibido en mis mayores cuando era niño. El 54’6% de españoles no lee nunca o casi nunca, revela la encuesta realizada en diciembre de 2014 por el CIS (pregunta 17). Estamos a la cola de Europa en hábito de lectura.

Para intentar cambiar esta tendencia, la Federación de Gremios de Editores de España va a proponer al Gobierno un “Plan Integral para el Fomento del Libro y la Lectura”, con el fin de que “la sociedad tome conciencia del valor del libro como centro del conocimiento, la cultura y el ocio, estrechamente vinculados a la educación y al progreso humano”. Con él se pretende recuperar el valor del libro como agente de progreso y mejorar la comprensión lectora de nuestros estudiantes… 

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