martes, 30 de septiembre de 2014

DIEZ RAZONES POR LAS QUE INTERNET NO SUSTITUIRÁ A LAS BIBLIOTECAS TRADICIONALES

Enviado por Ängel:

Internet puede funcionar como una exitosa herramienta complementaria, ya que su desorden, poca fiabilidad y constantes omisiones impedirán que sustituya a las bibliotecas convencionales, afirma el Decano de Servicios Bibliotecarios en la Universidad de Winthrop en Carolina del Sur, Mark Y. Herring, A continuación resumimos las razones por las que Internet no sustituye a las bibliotecas:
  1. No todo se encuentra en Internet. Normalmente, lo valioso en la Red no es gratis y se hace necesario pagar cuentas de cientos de miles de dólares por la suscripción a bases de datos, revistas profesionales y otros recursos en formato electrónico disponibles por medio de la Red. 
  2. Internet es como una inmensa biblioteca sin catalogar. Los motores de búsqueda, ni organizan la colección virtual, ni seleccionan, ni le dan la totalidad de lo disponible en la Red acerca de un tema.
  3. La ausencia de un control de calidad. Junto al material científico, médico e histórico podemos encontrar información basura.
  4. La gran bendición para las bibliotecas ha sido la digitalización de revistas profesionales. Aunque se dice que éstas poseen artículos en formato de texto completo, esto no es siempre así. Existen omisiones que muchas veces pasan desapercibidas. Estas incluyen, en algunos casos, las notas a pie de página, tablas, gráficas, fórmulas, entre otros. Además, los proveedores de bases de datos tienden a eliminar artículos e incluso revistas sin aviso previo.
  5. ¿Ahora se puede ahorrar en la compra de libros porque una biblioteca compra uno y lo distribuye o pasa a otras? La inversión en materiales electrónicos o digitalizados puede duplicarse e incluso triplicarse en comparación con su costo en impreso. La accesibilidad de estos no es mayor que la del libro impreso, porque está limitada por las licencias. Si tiene una licencia para libros electrónicos, no puede leerlo más de una persona simultáneamente.
  6. Utilizar un lector de libros electrónicos por más de media hora puede acabar en un dolor de cabeza y la vista fatigada. 
  7. ¿Podría existir una universidad sin bibliotecas? No. Dos universidades lo intentaron sin éxito depender exclusivamente de Internet. La solución, en cada caso, fue una biblioteca tradicional con un fuerte componente electrónico. .
  8. El costo de digitalizarlo todo es increíblemente alto: todo lo que se iría en derechos de autor. Otro problema que plantea al lector es ¿qué hacemos con los libros raros y recursos primarios valiosos una vez digitalizados?
  9. La mayoría de los recursos en el Internet no tienen más de 15 años. Muchos vendedores de revistas electrónicas ofrecen añadir un año, a la vez que suprimen otro. El acceso a material retrospectivo es costoso. Al autor le preocupa que nuestros estudiantes del futuro conozcan - y tengan acceso a - recursos académicos de más de diez o quince años.
  10. Internet es universal, pero el libro portátil. En un sondeo reciente de aquellos que compran libros electrónicos, más de un ochenta por ciento sostuvo que prefería utilizar Internet para comprar libros a leerlos en la Red.
  11.  ¿Y si se va la luz?


lunes, 29 de septiembre de 2014

LÁGRIMAS EN LA LLUVIA

Estados Unidos de la Tierra, Madrid, 2109, un Madrid todavía reconocible pero ahogado por la contaminación y la falta de recursos y en el que viven dos tipos de personas. Junto a los seres humanos conviven los replicantes, seres humanos artificiales mejorados genéticamente; a algunos les han aumentado la inteligencia, a otros la resistencia física ante ambientes hostiles, y a otros más los han convertido en eficientes máquinas de matar

El número de muertes de replicantes que enloquecen de repente aumenta. La detective Bruna Husky, una antigua replicante de combate que ya ha cumplido sus años obligatorios, es contratada para descubrir qué hay detrás de esta ola de locura colectiva en un entorno social cada vez más inestable.

Agresiva, sola, angustiada por los pocos años que le quedan, e inadaptada, Bruna se ve inmersa en una trama de alcance mundial donde alguien está lanzando a la humanidad contra los replicantes, fomentando el odio contra el concepto de ser humano artificial, mientras se enfrenta a la constante sospecha de traición de quienes se declaran sus aliados con la sola compañía de una serie de seres marginales capaces de conservar la razón y la ternura en medio del vértigo de la persecución.

Una novela de supervivencia, sobre la moral política y la ética individual; sobre el amor, y la necesidad del otro, sobre la memoria y la identidad.

Rosa Montero narra una búsqueda en un futuro imaginario, coherente y poderoso, y lo hace con pasión, acción vertiginosa y humor, herramienta esencial para comprender el mundo.

El título del libro es un homenaje a la película Blade Runner, de Ridley Scott, que, a su vez, se basa en el libro de Philip K. Dick, ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?. Allí, el lider de los replicantes, Roy Batty (inconmensurable el papel de Rutger Hauer) nos susurra:

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: 
Atacar naves en llamas más allá de Orión. 
He visto Rayos-C brillar en la oscuridad 
cerca de la puerta de Tannhäuser. 
Todos esos momentos se perderán en el tiempo... 
como lágrimas en la lluvia. 
Es hora de morir. 



En enero de este año, el equipo de Ficción Sonora de RNE llevó a cabo la adaptación radiofónica de Blade Runner, donde Antonio de la Torre ha dado vida al protagonista, Rick Deckard, y Álex Angulo ha interpretado a Eldon Tyrell. La adaptación se ha realizado con la dificultad añadida de trasladar a sonido una información sobre los conflictos internos de los personajes que en Blade Runner se ofrece casi en su totalidad a través de unas imágenes cuyos sugerentes espacios, rocambolescos vestuarios y envolvente banda sonora son parte ya del imaginario colectivo de toda una generación.

Ahí tenéis el audio.

LA CATEDRAL

Es una novela histórica con algunos rasgos fantásticos escrita por César Mallorquí en el año 1999, 

Telmo Yáñez, hijo de un maestro constructor, dedica su tiempo libre a esculpir una estatua. El día de su cumpleaños su padre le lleva a la logia y presenta su trabajo a los demás francmasones y ellos, sorprendidos de lo bueno que es, lo aceptan en la logia y su padre le regala un juego para tallar. 

Un día llegan a Estella tres caballeros del temple (Eric, Gunnar y Loki) vestidos como vikingos, que quieren descubrir a los autores de los robos realizados a los cruzados en Acre. Parte con ellos hacia Kerloc´h. En el camino los tres hombres no responden a la preguntas de Telmo y un día en que sufren una emboscada se da cuenta de que son Caballeros del Temple. 

Cuando llegan a Kerloc´h Telmo se instala en casa del maestro Hugo de Gascuña. Los mejores imagineros de occidente se enfrentan en concurso y lo gana Telmo. Trabaja todos los días en el castillo de los aquilanos. Realiza una estatua del ángel San Miguel, pero en realidad es Lucifer. Morirán dos obreros justo después de decirle a Telmo secretos acerca de la Iglesia. Cuando se acaba la catedral ordenan a todo el mundo que abandone el pueblo. La catedral en realidad sirve para convocar al Diablo, mediante el eco de una inmensa campana y el sacrificio de una joven virgen, Valentina. Los templarios, tras llegar un refuerzo de veinte hombres se enfrentan a los aquilanos y Eric vence a su enemigo: Simón de Valaquia. Consiguen destruir la catedral.

La destrucción de la catedral supone la victoria del bien sobre el mal, en una novela que exhibe una perfecta dosificación de la intriga. Se trata de una obra bien escrita, con una narración y diálogos ágiles, que mantiene vivo el interés en todo momento. 

Es importante valorar la actitud que Telmo muestra a lo largo de la obra; no es sólo su actitud, sino su constante afán de superación ante las dificultades, en busca siempre del trabajo bien hecho. El personaje protagonista resulta perfecto en su combinación de valentía e ingenuidad. El templario Erik de Viborg es un soldado obsesionado con la venganza, y resulta imposible no simpatizar con él. Los malos tienen motivaciones claras y actuaciones comprensibles... 

Conviene poner de relieve, asimismo, la ambientación de la obra, así como la necesidad de conocer los aspectos culturales más significativos de la Edad Media. En cuanto al elemento fantástico está bien tratado y goza del refuerzo que aportan las poderosas descripciones del autor y su facilidad para transmitir sentido de la maravilla. 

Dejemos hablar a Telmo

En cuanto a mí, Corberán expiró antes de completar la maldición, mas de lo que dijo puede inferirse que pretendía condenarme a vagar siempre por el orbe, sin encontrar jamás un hogar definitivo. A decir verdad, eso fue lo que hice desde entonces, mas yo no creo que tal clase de vida sea mala, y pienso que, de cualquier forma, las cosas hubiesen discurrido por idénticos cauces, con maldición o sin ella. 

Tras los terribles sucesos que acaecieron en Kerloc'h, quise participar en la construcción de otras catedrales —templos verdaderos y no edificios de pesadilla—, como si de ese modo pudiera desprenderme del hedor del que se había impregnado mi alma al enfrentarme a la Bestia. De modo que viajé por la cristiandad durante muchos años, de obra en obra, aportando mi trabajo a la construcción de grandes y hermosas iglesias. Eso hice. 

Pero, y después ¿qué?... Bueno, quién sabe, quizá llegué a ser maestro constructor, o puede que me quedara en simple imaginero; quizá regresé a Navarra, con mis padres, o quizá acabara casándome con Valentina. Puede que sí, puede que no. Aunque, en el fondo, ¿qué más da? Lo que fuera de mi vida después de Kerloc'h carece de interés. Sólo algo tiene importancia: yo, Telmo Yáñez, compañero constructor, combatí en la batalla del Harmagedón, y mi bando salió triunfante. Un simple aprendiz de masón se enfrentó cara a cara con la Bestia y venció. Por eso, cuando abandoné Kerloc'h hice algo que para mí tuvo un significado muy especial. 

Apenas llevaba recorrida media legua cuando me fijé en que, a la orilla del camino, había una de esas rocas erguidas que un pueblo olvidado levantó en épocas remotas. Me detuve y la contemplé largamente; luego, casi sin proponérmelo, bajé del caballo, saqué de mi bolsa mazo y cincel, y sobre la áspera piel de la piedra grabé un signo. 

El mismo signo que podréis encontrar en los muros de muchas iglesias, o firmando una escultura quizá un poco diferente a las demás. Es una marca que, cuando mis huesos sólo sean polvo barrido por el viento, me sobrevivirá. 

Una T inscrita sobre una Y. 

Mi marca.

Si quieres saber cuáles han sido los terribles sucesos de Kerloc'h, tendrás que leer el libro 

PREMIO GRAN ANGULAR 2000
PREMIO CERVANTES CHICO 2015

domingo, 28 de septiembre de 2014

SIEMPRE ASPIRÉ A QUE MIS PALABRAS

Siempre aspiré a que mis palabras,
las que llevo al papel,
continuasen llorando
-de pena, de felicidad, de desesperanza,
al fin, todo es lo mismo-,
porque yo las había llorado antes;
antes de que desembocasen en el papel blanquísimo,
en el papel deshabitado, que es el morir.
Dejarían en él los ecos asordados, empañados,
de lo que tuvo vida.


Alguien advertiría la humedad de las lágrimas,
lloraría por seres que jamás conoció,
que acaso no es posible que existieran
aunque estuvieron vivos
en el recuerdo o en la imaginación.
Lloraríamos todos por los desconocidos,
los -para mí -difuminados
en la magia del tiempo.

Jose Hierro, A orillas del East River

PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS LETRAS EN 1981, 
PREMIO NACIONAL DE LAS LETRAS ESPAÑOLAS EN 1990, 
PREMIO REINA SOFÍA DE POESÍA IBEROAMERICANA EN 1995, 
PREMIO CERVANTES EN 1998

FLASHMOB EN LA BIBLIOTECA DE TOLEDO

Los fines de semana vamos a intentar subir o comentar alguna actividad que no es común en las bibliotecas. 

Comenzamos por ésta realizada en Toledo  

Un flashmob es una acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente. Suelen convocarse a través de los medios telemáticos (móviles e Internet) y en la mayor parte de los casos, no tienen ningún fin más que el entretenimiento, pero pueden convocarse también con fines políticos o reivindicativos.

El 29 de noviembre de 2013 en la Sala General de Lectura de la Biblioteca de Castilla-La Mancha se vivió uno de esos momentos extraordinarios que nadie se espera que ocurran en una biblioteca. A las 18:30 la música y el baile ocuparon por unos minutos el espacio del estudio y la lectura.

Los usuarios quedaron boquiabiertos cuando de improviso comenzó a sonar el "Canon" de Pachelbel interpretado por alumnos del Conservatorio "Jacinto Guerrero", seguido de "Party Rock Anthem" del grupo LMFAO, mientras más de cincuenta bailarines y bailarinas de la Escuela de Artes José Luis Beinat danzaban al ritmo de la música por toda la sala. Tras este despliegue sonoro y artístico todo el mundo volvió a sus quehaceres, pero los gestos de asombro permanecieron toda la tarde en el ambiente.

Una iniciativa para celebrar el XV Aniversario de la Biblioteca de Castilla-La Mancha que pretendía arrancar una sonrisa a sus usuarios, poner en valor que las bibliotecas están cerca de la ciudadanos y manifestar que no solo son un lugar de estudio.




sábado, 27 de septiembre de 2014

EL DINOSAURIO

Dicen que la siguiente línea de Augusto Monterroso es una obra maestra.

            Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.


Personalmente prefiero más el microcuento La Culta Dama del escritor hispanomejicano José de la Colina, que solemos atribuir a muchas de nuestras celebrities:

Le pregunté a la culta dama si conocía el cuento de Augusto Monterroso titulado “El dinosaurio”.
Ah, es una delicia – me respondió – ya estoy leyéndolo.


Pero la escritora mejicana Guadalupe Loaeza en su libro Leer o Morir (ensayos breves de las obras inmortales de la literatura mundial, con un estilo dinámico y entretenido, lleno de datos precisos y reveladores) nos desvela algunos datos reveladores sobre esas siete palabras de Monterroso

Quizá nunca se hayan escrito tantos ensayos y tantas interpretaciones acerca de un texto tan breve. Dicen que sólo las seis palabras con las que comienza el Génesis han sido tan comentadas: “En el principio era el verbo”. Todo mundo, hasta los que no conocen a Augusto Monterroso (1921-2003) saben de su cuento El dinosaurio, porque es un universo en sólo siete palabras: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Acerca de este cuento han escrito autores como Italo Calvino y Mario Vargas Llosa, quienes lo consideran una pieza única en la literatura y una verdadera lección de escritura. Todavía nadie ha terminado de analizar este brevísimo relato, al que su autor llamaba “novela”. Para muchos es un relato fantástico, para otros es sólo una pieza de humor y hay quien dice que se trata del pionero de un nuevo estilo de la literatura. Hay que decir que no carecen de razón, ya que generalmente los twiteros lo citan a la menor provocación, especialmente en estos días en que amanecemos rodeados de dinosaurios.

También es cierto que los twiteros son hijos de este cuento, porque El dinosaurio demuestra que la imaginación no está limitada por la brevedad. Leamos las palabras que Carlos Monsiváis dedica al relato: “Estas siete palabras han recibido todos los homenajes y todos los ultrajes del humor falso, se han visto adaptadas a contingencias políticas y agravios artísticos, han funcionado como lema de marchas de protesta y han sido y son ocurrencias de sobremesa de los que ignoran el nombre del autor (y el destino ineluctable de las ocurrencias memorizadas). Pero el relato mismo (las hipótesis sobre lo que sucedió antes o después del despertar) sigue a cargo del lector, que debe justificar su entusiasmo o su sonrisa de entendimiento. El dinosaurio, en rigor, es un aviso del cuento que se desarrolla lejos de quien lo urdió. Monterroso se sitúa en un momento de la realidad o de la fantasía, y lo demás es la narrativa añadida”.

Aun cuando sus cuentos son sumamente divertidos y muchas veces nos hacen reír, este autor nacido en Guatemala decía que no era un humorista. Nada le gustaba menos que la gente se acercara a él para decirle que era muy gracioso. Como era muy educado, sólo decía: “Gracias”. Pero en su fuero interno sabía que muchos de esos pasajes “humorísticos” lo habían conmovido sin causarle ninguna gracia. La verdad es que sus fábulas sobre ovejas, moscas, rayos, jirafas, leones, lobos, monos o gallinas son tan fascinantes como El dinosaurio. Lo mismo puede decirse de su novela Lo demás es silencio y de sus cuentos de crítica social. Y, finalmente, sus ensayos son todo un derroche de imaginación y sabiduría.

Numerosos escritores han imitado El dinosaurio y han producido historias de una sola línea. Sin embargo, acerca de la brevedad, hay que citar lo que opinaba el autor de El dinosaurio: “He escrito algunos textos breves y algunos brevísimos, pero eso no quiere decir 1) que siempre sea breve; 2) que me guste serlo, ni 3) mucho menos que predique la brevedad”.

Lo que mucha gente ignora es que el Dinosaurio era en realidad un escritor peruano llamado José Durand (1925-1990). Durand fue becario del Colegio de México en los años 50, y ahí conoció a Monterroso y al escritor nicaragüense Ernesto Mejía Sánchez. Además de que los tres se hicieron muy amigos, decidieron compartir un departamento. Era muy curioso verlos caminar por las calles porque Durand medía 1.90, en tanto que Monterroso era muy bajito. Como él mismo decía: “Desde chiquito, fui chiquito”. No hay que olvidar que entonces, Monterroso tenía muy poco tiempo de haber llegado a vivir a nuestro País. A pesar de que había sido un escritor autodidacta, era un lector obsesivo; cuando era joven trabajó en una carnicería, donde no tenía vacaciones porque sólo descansaba un día al año, el Jueves Santo, única vez en que no se vendía carne. Así como trabajaba diario, Monterroso era lector de todos los días, siempre iba a la Biblioteca Nacional y sacaba libros clásicos. De ahí que se aficionara a las fábulas latinas y que soñara con escribir como los clásicos.

Durand era muy enamorado, y muchas veces se pasaba las noches platicando de sus novias al pie de la cama de cualquiera de sus dos amigos. No era nada raro que Monterroso o Mejía Sánchez platicaran de su amigo: “¿Sabes? Anoche estuvo el Dinosaurio hablando de sus novias. Habla tanto que me quedé dormido y cuando desperté, todavía estaba allí”. Esta frase estuvo revoloteando alrededor de Monterroso mucho tiempo hasta que se dio cuenta de que por su ambigüedad podía funcionar muy bien como un cuento, así que la agregó en su segundo libro de cuentos, el cual tiene uno de los mejores títulos Obras completas... y otros cuentos (1958). Desde entonces, por alguna magia especial que tiene este relato, los lectores de Monterroso no lo olvidan, lo leen, lo releen, se divierten con él, pero, sobre todo, lo convierten en un escritor entrañable.

viernes, 26 de septiembre de 2014

LA CIENCIA DE SHERLOCK HOLMES

Pocos personajes en la literatura son más universalmente reconocidos que Sherlock Holmes. Sujeto de sesenta historias escritas por Arthur Conan Doyle y de incontables pastiches de otros autores (por no mencionar incluso una o dos «biografías»), Holmes es un icono de la literatura. Los lectores quedan cautivados por sus poderes de observación y razonamiento deductivo, pero lo que a veces pasan por alto es el uso de la ciencia y los métodos forenses que se hace en sus historias. Mucho antes de que las series de televisión le hicieran tan popular, Conan Doyle (y Holmes) abrió un nuevo camino en esto, añadiendo profundidad y complejidad al género de detectives iniciado por Edgar Allan Poe. Este libro se centra en los aspectos científicos de Sherlock Holmes. Cada una de las sesenta historias hace alguna mención a la ciencia. Y en algunas de las historias, la ciencia es el factor dominante.

La ciencia de Sherlock Holmes, de James O'Brien, nos enseña cómo descifrar casos con ciencia y medicina forense. Admiramos a Sherlock Holmes por ser el más astuto de los detectives pero, ¡elemental, querido lector!: no solo era inteligente, sabía mucho de ciencia... Sherlock Holmes sigue fascinando a millones de lectores y aficionados al cine por igual.

El autor es un conocido científico que ha impartido conferencias por todo el mundo sobre los métodos científicos de Holmes, consiguiendo un éxito abrumador. Jim O'Brien es Distinguished Professor Emeritus en la Universidad de Missouri. Apasionado por la figura de Holmes. O'Brien ha impartido más de 150 conferencias sobre Holmes y la ciencia, cursos universitarios sobre el mismo tema en Londres.

En La ciencia de Sherlock Holmes, James O'Brien ofrece una mirada en profundidad a la utilización que Holmes hace de la ciencia en sus investigaciones. De hecho, una de las razones del atractivo de Holmes es su frecuente uso del método científico y el amplio conocimiento científico en que se basó para resolver misterios, y el autor revela que Holmes fue un pionero de la ciencia forense, haciendo uso de las huellas digitales mucho antes de que Scotland Yard adoptara este método. Uno de los aspectos más atractivos del libro es cómo el autor incluye antecedentes de la vida real sobre temas como el análisis de la escritura, que describen cómo se han utilizado para capturar los asesinos famosos.

Sherlock Holmes era un buen conocedor de varias ciencias, especialmente la química, y el libro se ocupa de venenos químicos como el monóxido de carbono, el cloroformo o el ácido prúsico (más conocido como cianuro), echando por tierra famosa afirmación de Isaac Asimov que Holmes era un químico torpe. Además, en el libro desfilan otras ciencias como las matemáticas, la física, la biología, la astronomía, la meteorología y la geología, siempre en el contexto de las hazañas de Holmes.


El libro se estructura en cinco capítulos y nos invita a realizar un recorrido por las historias de Holmes desde una perspectiva diferente.

En el primer capítulo nos acerca a cómo se creó el personaje: el mismo autor; Edgar Allan Poe, creador del personaje de Dupin; y el Dr. Joseph Bell, mentor de Conan Doyle en la Facultad de Medicina. El segundo capítulo realiza una reseña de los principales personajes de sus historias: Sherlock, el Dr. Watson, Moriarty, Mycroft, la señora Hudson…

Los otros tres capítulos se centran en los métodos científicos aplicados por Holmes. El autor realiza un examen detallado de las técnicas usadas como las huellas dactilares, las huellas de pisadas, el análisis de documentos manuscritos e impresos, o la criptografía. El capítulo dedicado a los conocimientos químicos de Holmes adquiere un interés principal al ser la especialidad del autor, capacitándole para dar respuesta a un interesante interrogante: estos conocimientos ¿eran profundos o excéntricos? El libro termina con un capítulo dedicado a los conocimientos de Holmes en otras seis ciencias: Matemáticas, Biología, Física, Astronomía, Geología y Meteorología. 

jueves, 25 de septiembre de 2014

PESADILLAS


Es el nombre de una serie de libros de terror y ciencia ficción para jóvenes creada en 1992 por el escritor estadounidense R. L. Stine. La serie consta de un total de 60 libros para España, el último de los cuales (Sangre de monstruo IV) se publicó en 1999.

Su éxito se debió a que Stine sabía como enganchar al joven lector. Para empezar, casi todos sus relatos tienen por protagonista a un niño o adolescente, con lo que de entrada uno ya se identificaba con el personaje. Además, su estilo narrativo es claro y directo, huyendo de complicadas figuras o elaboradas descripciones. Para mantener a la audiencia interesada en todo momento, utilizaba capítulos cortos, incluso de un par de páginas. Y cada capítulo debía terminar siempre dejando en vilo al lector, como el episodio de cualquier serie de televisión, para que éste no pueda dejar la lectura en ningún momento. Asimismo, los libros solían tener un giro final en el que la situación nunca se resolvía por completo. 

La saga original de “Pesadillas” fue un auténtico éxito, al vender cerca de 300 millones de libros. Aunque su calidad literaria fuera inexistente (la formula se fue agotando), las novelas enganchaban entre los más jovenes y raro es en esos años quien no haya tenido alguna entre las manos. 

Estos libros eran pequeños, baratos. Las portadas seguían el mismo esquema: arriba, el nombre del autor R. L. Stine, el goteante Pesadillas y el título del libro en cuestión, a veces entre exclamaciones. El resto de la portada, la combinación de motivos terroríficos y colores chillones, a veces con elementos fluorescentes, era la clave que hacía que los niños compraran el producto

miércoles, 24 de septiembre de 2014

APRENDED GEOMETRÍA

Bajando a casa un compañero me ha recordado el siguiente microcuento de Brown; él lo conocía como Cero en Geometría.


Henry miró el reloj, a las dos de la mañana cerró el libro desesperado. Seguramente lo suspenderían al día siguiente. Cuanto más estudiaba geometría, menos la comprendía. Había fracasado ya dos veces. Con seguridad lo echarían de la Universidad. Sólo un milagro podía salvarlo. 

Se enderezó. ¿Un milagro? ¿Por qué no? Siempre se había interesado por la magia. Tenía libros. Había encontrado instrucciones muy sencillas para llamar a los demonios y someterlos a su voluntad. Nunca había probado. Y aquel era el momento o nunca. 

Tomó de la estantería su mejor obra de magia negra. Era sencillo. Algunas fórmulas. Ponerse a cubierto en un pentágono. Llega el demonio, no puede hacernos nada y se obtiene lo que se desea. ¡El triunfo es vuestro!

Despejó el piso retirando los muebles contra las paredes. Luego dibujó en el suelo, con tiza, el pentágono protector. Por fin pronunció los encantamientos. El demonio era verdaderamente horrible, pero Henry se armó de coraje.

- Siempre he sido un inútil en geometría - comenzó...

¡A quién se lo dices! - replicó el demonio, riendo burlonamente.

Y cruzó, para devorarse a Henry, las líneas del hexágono que aquel idiota había dibujado en vez de un pentágono.

Fredric Brown


martes, 23 de septiembre de 2014

DYSTOPIA 2084

«2084. Después de la Revolución» es un extenso relato de Elia Barceló incluido en la antología Mañana Todavia, que parte de las raíces más clásicas —George Orwell, Aldous Huxley, Ray Bradbury— para crear un universo propio en el que la maternidad, la educación, el envejecimiento, la desigualdad y el reciclaje proyectan las más inquietantes sombras sobre nuestro día a día. 

En YouTube podemos encontrar Dystopia 2084 el bonus track que incluye este cuento sobre la rebeldía, cien por cien Barceló y casi indignado, Tenemos, según él, apenas siete décadas para cambiar las cosas, y menos aún para pensar en cómo hacerlo.

Este documental de ficción narra en retrospectiva la actual crisis económica en España desde el distópico futuro en 2084

¿QUIÉN INVENTÓ EL ORDEN ALFABÉTICO?, fragmento



       Tolomeo II, rey faraón de Egipto, se concentra en las grandes obras públicas en Alejandría: continúa con la consolidación de la biblioteca y construye, en la isla de Faros, una gran torre con fuego en lo alto que servirá de guía a los barcos que llegan al gigantesco puerto de aquella emergente urbe del mundo antiguo. Eran barcos cargados con todo tipo de mercancías venidas desde todas las esquinas delMediterráneo: aceite de la lejanaHispania, vino de la Galia, lana de Tarento... y entre todo lo que traían había cestos enormes repletos de rollos ymás rollos de papiro con volúmenes de todo tipo: obras de teatro, poemas épicos, tratados de filosofía, medicina, matemáticas, retórica y cualquier rama del saber de la época. Se trataba de recopilar todo el conocimiento para constituir la mayor y mejor biblioteca del mundo, pero llegó un momento en que todos los funcionarios del nuevo edificio se vieron desbordados por la enorme cantidad de rollos que tenían y así se lo comunicaron a su rey. Fue entonces cuando Tolomeo II llamó a Zenodoto.

—Necesito que te ocupes de la biblioteca —le dijo Tolomeo II.

Zenodoto se sentía incómodo. Llevaba meses centrado en la recopilación de los viejos poemas de un tal Homero, un autor antiguo difícil de entender que empleaba palabras viejas olvidadas por todos, hasta el punto de que había ocupado las últimas semanas en escribir un detallado glosario que recopilara todos aquellos términos.

—El rey faraón de Egipto tiene muchos servidores que pueden ocuparse de la biblioteca —respondió Zenodoto para intentar zafarse de un encargo que retrasaría en meses, quizá en años, el trabajo que llevaba entre manos y que le interesaba mucho más que ponerse a ordenar papiros.

El rey faraón dador de Salud, Vida y Prosperidad, pues según la milenaria tradición ésos eran sus títulos en Egipto desde el tiempo de las pirámides, sonrió. Tolomeo II siempre fue paciente con Zenodoto.
—Sólo te pido que vayas a ver la biblioteca. Entonces entenderás.

Zenodoto no podía negarse. A fin de cuentas era el faraón quien financiaba sus trabajos. Así, a regañadientes, se encaminó hacia la vieja biblioteca. Nada más llegar empezó a entender: Tolomeo II había ampliado notablemente los edificios que su padre había dedicado a aquel centro del saber. Las dimensiones eran descomunales. Era evidente que nunca antes se había construido una biblioteca de esa envergadura, pero aquello carecía de importancia en comparación con lo que Zenodoto encontró en su interior: centenares de trabajadores llevaban miles de cestos repletos de rollos de papiro de un lugar a otro, distribuyéndolos según podían por las inmensas salas de aquella gigantesca obra. Había centenares de miles de rollos de papiro, quizá más de un millón. Incontables, inabarcables. Zenodoto comprendió al rey faraón. No había encontrado a nadie que ni tan siquiera pudiera haber intuido cómo ordenar todo aquello. Y ordenarlo era clave, pues una biblioteca no valía nada por el mero hecho de acumular centenares de miles de rollos si nadie era capaz de encontrar uno cuando alguien quisiera consultarlo. En las pequeñas bibliotecas griegas, donde se acumulaban unos centenares de rollos, el veterano bibliotecario de cada lugar recordaba el sitio donde encontrar cualquier texto, pero allí aquello era absurdo.Nadie podía recordar tanto. Había que clasificar, como fuera; pero clasificar aquellas montañas de cestos llevaría años, siglos. Ni siquiera bastaría una vida. Zenodoto, no obstante, no era hombre de amilanarse con facilidad y puso los brazos en jarras. ¿Cómo ordenar aquel universo de palabras? Tenía que haber alguna forma.

Zenodoto no durmió aquella noche. Se movió inquieto en la cama. Sólo soñaba con miles y miles de rollos en grandes colinas dispersas como túmulos fantasmagóricos. Se incorporó sobresaltado. Estaba sudando profusamente. Se levantó y echó agua fresca en un vaso de cerámica. De pronto tuvo un momento de iluminación.

A la mañana siguiente fue a hablar con el rey.

—Yo me haré cargo de la biblioteca —dijo, y Tolomeo II asintió satisfecho.

Zenodoto regresó entonces a aquel imponente edificio y se situó en medio de todos aquellos rollos. En su mente recordaba su glosario de palabras antiguas de Homero: eran tantos los términos arcaicos que usaba aquel poeta que los había ordenado por grupos, los que empezaban por A todos juntos, luego los que empezaban por B y así sucesivamente. Al principio le pareció algo demasiado simple, pero pronto se dio cuenta de que aquello funcionaba muy bien para localizar una palabra sobre la que hubiera trabajado. Zenodoto, subido a una mesa que utilizó como improvisado estrado, habló alto y claro a los trabajadores de la gran Biblioteca de Alejandría.

—Ordenaremos los rollos por orden alfabético según su autor.


Todos le miraron asombrados. Y, al mismo tiempo, infinitamente aliviados. La tarea llevó meses, años, pero Zenodoto tuvo tiempo de ver en vida aquella inmensa biblioteca con todos los centenares de miles de rollos archivados y localizables y, además, tuvo tiempo de volver a trabajar sobre los poemas de Homero.

Y así seguimos. Así que cuando busque un libro en una librería o el número de teléfono de un amigo en su agenda electrónica en el móvil, recuerde al bueno de Zenodoto. Se merece, cuando menos, un segundo de nuestra memoria.


SANTIAGO POSTEGUILLO

lunes, 22 de septiembre de 2014

UNA BUENA Y UNA MALA NOTICIA

Me mandaron el otro día el siguiente vídeo:



Esta sacado de la página de Litteratum. Os aconsejo daros una vuelta para ver sobre todo sus animaciones o vídeos de fomento a la lectura, especialmente el de La Guerra de Los Mundos de H. G. Wells; simplemente, genial

CAFÉ SOLO

Sir Claud Amory ha descubierto la fórmula de un nuevo y poderoso explosivo, que es robada por alguno de los numerosos huéspedes y familiares hospedados en su casa. Después de encerrar a todo el mundo en la biblioteca, sir Claud apaga la luz para permitir al ladrón devolver el botín, sin acusar a nadie. Pero, al encenderse la luz, sir Claud yace muerto, y será tarea de Hercules Poirot el desentrañar la red de disputas familiares, viejas querellas y extraños sospechosos para encontrar al asesino y prevenir una catástrofe mayor.

La obra de teatro «Café Negro» fue estrenada inicialmente en 1930. Se trata de la primera pieza que Agatha Christie escribió para el teatro, pieza que lanzó a Agatha en una exitosa segunda carrera como dramaturga, y de la que Charles Osborne hizo esta interesante novelización en 1998.

Como en todas las obras de la autora la estructura está bastante clara, tenemos una primera parte en la que se presentan todos los personajes que intervienen en la novela, se detallan las relaciones que existen entre ellos y las razones que podrían tener todos para matar a uno de ellos.

Una vez se ha producido el fatal suceso es cuando interviene el detective(en esta ocasión es llamado antes pero no llega a tiempo para evitar el crimen), la investigación de Poirot suele ser muy rigurosa y con frecuencia suele observar cosas que a los demás se le pasan. Aquí habría que añadir que dentro de las investigaciones que se detallan en las novelas de la autora nos encontramos en las del subtipo interrogatorio persona a persona (como en el caso de Cinco Cerditos) en las que Poirot está presente en casi toda la novela (hay otras en las que no interviene en muchos capítulos)

El desenlace viene con la solución del crimen, aquí nos encontramos con otra novedad ya que no es la típica escena en la que Poirot reune a todos para dar la solución.

domingo, 21 de septiembre de 2014

EBIBLIO CASTILLA-LA MANCHA

eBiblio Castilla-La Mancha es un servicio de la Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha disponible para las bibliotecas incorporadas al Catálogo colectivo de la Red que hace posible la lectura de libros electrónicos a través de internet. eBiblio pone a disposición de todos los usuarios una plataforma tecnológica que le permite acceder al catálogo y tomar en préstamo libros en formato digital para poder ser leídas en diferentes dispositivos: tabletas, teléfonos inteligentes, ordenadores personales o lectores de libros electrónicos.



eBiblio ofrece a los ciudadanos un catálogo de obras de todo tipo de materias clasificadas en las siguientes categorías:
  1.  Ficción para público adulto, incluyendo narrativa, poesía y teatro.
  2. Obras generales sobre ciencia y tecnología y ciencias sociales, arte y humanidades.
  3. Obras generales relacionadas con cuestiones de salud, autoayuda y desarrollo personal, formas y actividades relacionadas con el ocio, viajes, deportes e informática de interés general.
  4.  Ficción orientada al público infantil y juvenil, incluyendo narrativa, poesía y teatro.
  5. Obras de no ficción para el público infantil y juvenil, incluyendo todo tipo de materiales (tales como arte, música, historia, ciencia y tecnología, ocio, deportes, etc.).
  6. Audiolibros, que sean versiones íntegras de la obra escrita, narradas por profesionales y grabadas en formato audio.
Si ya eres usuario de la Red de Bibliotecas Públicas, solo tienes que conocer tu clave de acceso a Mi biblioteca (número de carné y contraseña),y contar con una dirección de correo electrónico válida. Si no conoces tu contraseña o tu correo electrónico no es válido, es necesario que actualices tus datos en cualquier biblioteca que forme parte del Catálogo colectivo de la Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha.

Si no dispones de la tarjeta de usuario, puedes dirigirte a la biblioteca pública más cercana que forme parte de la Red y solicitar. En tu biblioteca pública te informarán sobre cómo hacer la solicitud y las condiciones de uso de la tarjeta. Para poder acceder a eBiblio deberá figurar tu correo electrónico entre los datos que se incluyen en la solicitud. La biblioteca pública te proporcionará una contraseña que utilizarás como contraseña para acceder a la plataforma de préstamo de libros electrónicos.

Hay varias formas de localizar un libro en eBiblio:
  • A través del buscador que aparece en la página inicial. Para comprobar si existe un libro en eBiblio, es suficiente con introducir las palabras más significativas del título o del nombre del autor.
  • Por medio de las reproducciones de las cubiertas de los libros que aparecen en la página web y que le permiten identificar fácilmente una obra a través de la imagen de la misma.
  • Mediante la clasificación por la temática o materia de los libros que aparece en la parte izquierda de la página web.
Una vez localizado el libro que te interesa, puedes proceder al préstamo la obra, bien descargándola en tu tableta, teléfono inteligente o lector de libros electrónicos o bien leyéndola en tu dispositivo a través de lectura en la nube.

En la columna de la derecha encontrarás el enlace para la plataforma

¿POR QUÉ ME GUSTAN LOS CUENTOS?

Cuando era niño, una etapa de mi vida que aún sigo sintiendo muy cercana, me encantaban los relatos breves. Me gustaban porque me daba tiempo a leerlos de principio a fin en los ratos que podía dedicar a la lectura en aquella época: el recreo, la hora de la siesta o los trayectos en tren. Nada más empezar, la historia me atrapaba y me transportaba a un mundo nuevo y desconocido y, en cosa de media hora, me encontraba de nuevo sano y salvo en mi casa, o en el colegio.

Hay historias que, si las lees a la edad apropiada, te acompañarán el resto de tu vida. Puede que olvides el título, o quién las escribió; puede que con el paso del tiempo no recuerdes con claridad los detalles de la trama, pero si un relato te conmueve en cualquier sentido, pasará a formar parte de ti y se instalará para siempre en algún remoto rincón de tu mente.

El miedo es la emoción más intensa y la que deja una huella más profunda. Si un escalofrío te recorre el cuerpo, si al terminar de leer te encuentras cerrando el libro despacito, como con temor y, a continuación, apartándote de él con cuidado, puedes estar seguro de que esa historia permanecerá en tu cabeza para siempre. A los nueve años leí un cuento que terminaba en una habitación con las paredes y el suelo cubiertos de caracoles. Creo recordar que los caracoles en cuestión eran carnívoros y que reptaban lentamente hacia alguien con la intención de devorarlo. Todavía hoy, con sólo recordarlo, siento los mismos escalofríos que sentí al leerlo por primera vez.

La fantasía te cala hasta los huesos. Hay una curva en una carretera por la que paso de vez en cuando desde la cual se divisa un pueblecito situado más allá de unas verdes lomas; por detrás del pueblo asoman unos montes parduscos y de aspecto escabroso y, al fondo del todo, unas montañas cubiertas de niebla. Siempre que paso por allí, recuerdo cuando leí El Señor de los Anillos. Ese libro forma parte de mí, sus personajes y la historia que relata se quedaron grabados en algún lugar de mi mente y, cada vez que contemplo ese paisaje, la fantasía de Tolkien vuelve a cobrar vida en mi imaginación como por arte de magia.

Y la ciencia ficción te lleva más allá de las estrellas y te transporta a otras épocas y otras maneras de concebir el mundo. No hay nada mejor que introducirse durante un rato en la cabeza de un ser de otro mundo para recordar lo mucho que tenemos en común con nuestros semejantes.

Los cuentos son como ventanas diminutas que nos permiten asomarnos a otros mundos, a otras formas de pensamiento, a otros sueños. Son vehículos que nos transportan hasta los confines del universo y nos traen de vuelta a casa a tiempo para cenar.

Llevo ya casi un cuarto de siglo escribiendo relatos cortos. Al principio me fueron muy útiles para aprender el oficio y empezar a desarrollar mi estilo. Lo más difícil cuando eres un escritor novato es terminar algo, y eso fue lo que aprendí escribiendo cuentos. Ahora, la mayor parte de las cosas que escribo son historias bastante largas —cómics largos, libros largos o películas largas —, y escribir un relato breve, algo que puedo terminar en un fin de semana o, como mucho, en una semana, es una auténtica gozada.

Muchos de mis autores favoritos de cuando era niño siguen estando entre mis preferidos ahora que soy adulto; escritores como Saki o Harlan Ellison, John Collier o Ray Bradbury. Hechiceros que practican la magia de cerca, que, con tan sólo veintisiete letras y unos cuantos signos de puntuación, pueden hacerte reír o romperte el corazón; y todo, en unas pocas páginas.


Neil Gaiman

sábado, 20 de septiembre de 2014

LOS OLVIDADOS DE ROMA

En los libros de historia figuran los nombres de césares y emperadores, pero ¿quién era en realidad la población romana? ¿Cómo vivían? ¿Qué pensaban? Los olvidados de Roma da voz a la gente corriente: amas de casa, soldados, posaderos, mercaderes y gladiadores que constituyen el día a día de la capital del Imperio y a los forajidos y piratas que viven a sus puertas.

Robert Knapp, doctor en Historia Antigua y reputado divulgador, bucea en los usos y costumbres de los auténticos protagonistas de Roma y su imperio desde la época de Augusto, a principios del primer milenio, hasta la llegada al poder de Constantino tres siglos después. Les da voz a través de los vestigios que aún se preservan de sus palabras a través de la literatura, las cartas y las inscripciones, así como del retrato que de ellos hacen las élites en sus obras y poesía.

El libro muestra como la gente común buscaba prosperar y encontrar su sustento en unos tiempos difíciles en los que abundaba la enfermedad, el hambre y la violencia y en los que los poderes les oprimían e ignoraban. Los capítulos, dedicados a cada uno de los grupos sociales, revelan cuáles eran los lazos existentes entre ellos: la necesidad, la explotación, la esperanza y el miedo, y narra cómo los esclavos devienen en forajidos o por qué los hijos de los liberados acababan formando parte del ejército. En definitiva, ciudadanos invisibles de un imperio que cambió el mundo mientras daba forma a sus vidas.


jueves, 18 de septiembre de 2014

DERECHOS UNIVERSALES DE LOS NIÑOS A ESCUCHAR CUENTOS


  1. Todo niño goza a plenitud del derecho a conocer las fábulas, mitos y leyendas de la tradición oral de su país.
  2. El niño también tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así como a modificar los ya existentes creando su propia versión.
  3. Todo niño tiene derecho a escuchar cuentos sentado en las rodillas de sus abuelos; aquellos que tengan vivos a sus cuatro abuelos podrán cederlos a otros niños que por diversas razones no tengan abuelos que les cuenten; del mismo modo, aquellos buelos que carezcan de nietos están en libertad de acudir a escuelas, parques y otros lugares de concentración infantil en donde con entera libertad podrán contar cuantos cuentos quieran. 
  4. Todo niño, sin distinción de raza, idioma o religión, tiene el derecho a escuchar los más hermosos cuentos de la tradición oral de los pueblos, especialmente aquellos que estimulen su imaginación y su capacidad crítica. 
  5. Todo niño tiene derecho a exigir cuentos nuevos; los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de nuevos e imaginativos relatos, propios o no, con o sin reyes, largos o cortos; lo único obligatorio es que estos sean hermosos e interesantes. 
  6. Todo niño que por una u otra razón no tenga a nadie que cuente cuentos, tiene absoluto derecho a pedirle al adulto de su preferencia que se los cuente, siempre y cuando éste demuestre que lo hace con amor y ternura, que es como se cuentan los cuentos. 
  7. Todo niño tiene derecho a quedarse dormido mientras le leen un cuento. 
  8. Todo niño tiene pleno derecho a exigir que sus padres y maestros le cuenten cuentos a cualquier hora del día. Aquellos padres o maestros que sean sorprendidos negándose a contar un cuento a un niño, no sólo incurren en delito de omisión culposa, sino que se están autocondenando a que sus hijos y alumnos jamás les vuelvan a pedir otro cuento. 
  9. El niño siempre tiene derecho a pedir otro cuento, y a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento. 
  10. Todo niño -por último- tiene derecho a crecer acompañado de un: "Había una vez...", palabras mágicas que abren las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños más hermosos de la niñez.

EL CORREDOR DEL LABERINTO

Enviado por Pedro

Es el primer libro de la trilogía literatura juvenil de distopía y ciencia ficción The Maze Runner escrito por James Dashner. 

Al despertar dentro de un oscuro ascensor en movimiento, lo único que Thomas recuerda es su nombre. No sabe nada más. Pero no está solo: cuando La Caja llega a su destino, las puertas se abren y se ve rodeado por un grupo de muchachos.

"Encantado de conocerte, pingajo. Bienvenido al Claro. Bienvenido al bosque. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra. Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces". 

No recuerdan de dónde vienen o cómo han acabado en ese lugar, lo único que saben con seguridad es que cada mañana, cuando las puertas del Laberinto se abren, tienen que arriesgarlo todo en busca de una salida. Tienen que encontrar la solución del Laberinto o nunca saldrán de allí. Thomas se siente atraído por los pasillos que hay fuera, su inconsciente le dice que necesita convertirse en un Corredor. 

Todo sigue un orden y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica. Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego. Ya no recibirán provisiones y las puertas al Laberinto no se cerrarán al caer la noche. Esto permite que los Laceradores, monstruos que el Laberinto guarda en su interior, campen a sus anchas por el Claro.

 Ahora, encontrar la salida es una cuestión de vida o muerte. No hay otra alternativa.

Pd.: Me estáis obligando a crear la etiqueta distopía

Por cierto, el viernes estrenan la película basada en el libro:



miércoles, 17 de septiembre de 2014

ASNOS ESTÚPIDOS

Naron, de la longeva raza rigeliana, era el cuarto de su estirpe que llevaba los anales galácticos. Tenía en su poder el gran libro que contenía la lista de las numerosas razas de todas las galaxias que habían adquirido el don de la inteligencia, y el libro, mucho menor, en el que figuraban las que habían llegado a la madurez y poseían méritos para formar parte de la Federación Galáctica. En el primer libro habían tachado algunos nombres anotados con anterioridad: los de las razas que, por el motivo que fuere, habían fracasado. La mala fortuna, las deficiencias bioquímicas o biofísicas, la falta de adaptación social se cobraban su tributo. Sin embargo, en el libro pequeño nunca se había tenido que tachar ninguno de los nombres anotados.

En aquel momento, Naron, enormemente corpulento e increíblemente anciano, levantó la vista al notar que se acercaba un mensajero.

-Naron -saludó el mensajero-. ¡Gran Señor!

-Bueno, bueno, ¿qué hay? Menos ceremonias.

-Otro grupo de organismos ha llegado a la madurez.

-Estupendo, estupendo. Hoy en día ascienden muy aprisa. Apenas pasa año sin que llegue un grupo nuevo. ¿Quiénes son?

El mensajero dio el número clave de la galaxia y las coordenadas del mundo en cuestión.

-Ah, sí -dijo Naron- lo conozco.

Y con buena letra cursiva anotó el dato en el primer libro, trasladando luego el nombre del planeta al segundo. Utilizaba, como de costumbre, el nombre bajo el cual era conocido el planeta por la fracción más numerosa de sus propios habitantes.

Escribió, pues: La Tierra.

-Estas criaturas nuevas -dijo luego- han establecido un récord. Ningún otro grupo ha pasado tan rápidamente de la inteligencia a la madurez. No será una equivocación, espero.

-De ningún modo, señor -respondió el mensajero.

-Han llegado al conocimiento de la energía termonuclear, ¿no es cierto?

-Sí, señor.

-Bien, ese es el requisito -Naron soltó una risita-. Sus naves sondearán pronto el espacio y se pondrán en contacto con la Federación.

-En realidad, señor -dijo el mensajero con renuencia-, los observadores nos comunican que todavía no han penetrado en el espacio.

Naron se quedó atónito.

-¿Ni poco ni mucho? ¿No tienen siquiera una estación espacial?

-Todavía no, señor.

-Pero si poseen la energía termonuclear, ¿dónde realizan las pruebas y las explosiones?

-En su propio planeta, señor.

Naron se irguió en sus seis metros de estatura y tronó:

-¿En su propio planeta?

-Si, señor.

Con gesto pausado, Naron sacó la pluma y tachó con una raya la última anotación en el libro pequeño. Era un hecho sin precedentes; pero es que Naron era muy sabio y capaz de ver lo inevitable, como nadie, en la galaxia.

-¡Asnos estúpidos! -murmuró.

Isaac Asimov



BENJAMIN LACOMBE

Generalmente, en Secundaria, no solemos dar mucha importancia a los ilustradores de libros. Mal hecho, pues a veces podemos encontrar verdaderas joyas, como en el siguiente caso. 

Benjamin Lacombe (París,1982) se forma en la Escuela Nacional de Artes Decorativas de su ciudad natal al mismo tiempo que trabaja en publicidad y en animación, firmando su primer cómic a los diecinueve años.

Su proyecto de fin de curso, Cereza Guinda, del que es autor e ilustrador, se convierte en su primer libro juvenil al ser editado por Seuil Jeunesse en marzo de 2006. El año siguiente, lo publica el sello americano Walker Books, que convierte a Benjamin en una celebridad mundial al ser considerado por la prestigiosa revista Time Magazine como uno de los diez mejores libros infantiles publicados en Estados Unidos en 2007.

Si bien la mayoría de las producciones de Lacombe conciernen al sector juvenil, también ha publicado libros ilustrados para adultos incluyendo entre ellos una versión de los Cuentos Macabros de Edgar Allan Poe con la traducción de Baudelaire, o la historia de Notre Dame de París con el texto íntegro de Víctor Hugo.



Sus narraciones abordan principalmente los temas de la infancia, la nostalgia y el rechazo social. Sentimientos enfatizados por sus ilustraciones para las que utiliza técnicas variadas como el gouache, el lápiz, la acuarela y la pintura al óleo. El resultado son creaciones preciosistas, coloristas, melancólicas y repletas de detalles, como los dibujos originales expuestos en esta muestra que pertenecen a los libros: Cuentos Macabros, Swinging Christmas, Nuestra Señora de París, Ondina, El herbario de las Hadas, Ruiseñor, Blancanieves, Los Amantes Mariposa y Madame Butterfly.


Entre sus fuentes de inspiración se encuentra el movimiento Prerrafaelista y el Quattrocento Italiano, así como también artistas más contemporáneos: Tod Browning y sus monstruos, Tim Burton, Fritz Lang y su película Metropolis, Ray Harryhausen, David LaChapelle o Diane Arbus. Su entorno personal y social, también son parte de su inspiración.




En el siguiente vídeo encontraréis un tributo a su obra: